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Primera por sorpresa

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Entrevista a Carmen Cuesta Gómez
1er puesto en cadete femenino en la San Silvestre 2015 de Valladolid.


Aún no ha cumplido los 15 y ya ha conseguido su primer podio en una carrera tan multitudinaria como la San Silvestre. Carmen Cuesta Gómez se vistió su camiseta naranja en la mañana del pasado 27 de diciembre y puso a punto su cronómetro, que marcaría 30’ 47’’ en el momento de cruzar la línea de meta. Un tiempo que le valió el primer puesto en la categoría de cadete femenino. Su dorsal era capicúa, el 2882, ¿cuestión de suerte? No, más bien de esfuerzo e ilusión, de nervios, de mariposas en el estómago, de ese sentimiento que le hizo embalarse a lo largo de 6,5 kilómetros y que aún a día de hoy su recuerdo le sigue iluminando la cara. Solo por eso quizás merezca la pena el esfuerzo, quizás solo por ese brillo en los ojos… Pero mejor que nos lo cuente ella.


Carmen, eres muy joven y ya has conseguido tu primer podio, ¿llevas mucho tiempo corriendo como deportista?
Realmente empecé a correr en serio este verano. El año pasado estuve estudiando en Dublín (Irlanda) y allí en el colegio hacíamos deporte entre 3 y 4 días a la semana, por lo que empecé a coger algo más de rutina. Al volver a España, en verano, comencé a salir con mi padre a correr, así vi que me gustaba y me sentía bien, por lo que acabé haciéndolo alrededor de tres días a la semana.

¿En qué momento decides tomártelo como algo más serio?
Siempre se me ha dado bien la resistencia, aunque nada fuera de lo común, por lo que al principio del curso no estaba muy segura de qué hacer, pero al final me decidí por entrar en una escuela de atletismo, el Isaac Viciosa. Desde entonces tengo una rutina más rígida y eso me ha hecho haber cogido el hábito de ir a entrenar y así no dejarlo.

Quedaste la primera de tu categoría, cadete femenino, en la pasada San Silvestre, ¿era la primera carrera en la que participabas?
Ha sido la primera grande que corro, aunque antes había participado en algunas más pequeñas con el equipo del club de atletismo, como las que se han hecho en Aldeamayor o Pedrajas de San Esteban. Cuando me hablaron de la San Silvestre me animé a probar.

¿Y cómo fue la experiencia de estar en una carrera tan multitudinaria?
En el momento de la salida estaba muy nerviosa, incluso llegué a pensar que ¡quién me mandaría a mí estar allí con lo bien que se está esperando fuera! (risas), pero luego se me olvidó rápido y me centré en correr. Hay  momentos de cansancio, pero luego vas recuperando y así hasta que lo das todo en el esprint final, cuando ya sí que no puedes seguir ni un segundo más.

¿En ese momento sabías que habías llegado la primera?
Cuando empecé la carrera pensaba que iba a quedar mal, la séptima o así de mi grupo, pero luego me fui viendo con energías y llegó un momento en el que a la amiga con la que iba le había dejado atrás y estaba rodeada solo de gente mayor, eso me hizo dudar, no sabía en qué posición podía ir. Ahí empecé a pensar que podía estar entre las diez primeras porque no veía a nadie de mi edad. Y encima no fue hasta el momento de ir al podio cuando me enteré de que ¡había sido la primera! Lo dijeron por los altavoces y es que no me lo creía.

En el ranking general quedaste la nº 428 de 2490 corredores, ¿te sientes orgullosa?
Sí, aunque siempre pienso que podía haber hecho un segundo o dos menos, que podía haber adelantado a alguien más, pero eso solo lo pienso al terminar. Cuando estoy corriendo no, estoy muy contenta y creía que iba a quedar mucho peor. Nunca pensé que podía haber sido la primera.

Se te ve muy exigente, ¿cómo algo que requiere tanto esfuerzo engancha tanto?, ¿merece la pena?
Sí, definitivamente. Y no solo por haber ganado, sino porque aunque no hubiese quedado primera sabes que has hecho un buen tiempo, que te has superado, y eso compensa. Aunque siempre sea mejorable.

¿Cuánto tiempo has dedicado a preparar una carrera como la San Silvestre?
He ido entre dos y tres días a la semana a entrenar, algo más de una hora cada día. En realidad, terminar la carrera depende mucho de cómo seas y te la tomes. No te quita mucho tiempo, yo dedico el que tengo, a cualquiera que le guste puede compaginarlo con los estudios perfectamente.

¿Qué es lo que más te gusta de entrenar?
Lo mejor es que te relajas, gastas energías y cuando llegas a casa a estudiar te centras más porque tienes más prisa (risas).

Es una buena táctica… ¿Qué le dirías a alguien como tú que quiera empezar a correr y competir?
Que vale la pena, que lo intente. O que si no le gusta correr, que hay otros muchos deportes y disciplinas, pero que entrenar hace que se note diferencia en el día a día, estás más activo, mejoras en el colegio en Educación Física y es un entretenimiento más saludable… Te cansas y así duermes bien. Estás más feliz.

¿Tienes a algún deportista como referente o al que admires?
No tengo a nadie especialmente… Hombre, admiro a todos los que están en las Olimpiadas, pero no tengo como referente a nadie. Lo mejor que pueda hacer yo y eso espero que sea suficiente.

Espero que sigas superándote, pero ¿quieres seguir en un futuro con el atletismo?
Me gustaría dedicarme a ello profesionalmente, pero es muy difícil y creo que no llegaría a ello, es muy sacrificado físicamente, como por ejemplo para las rodillas. Por eso a mí me gustaría estudiar medicina que, aunque de otra forma, me parece más fácil. Pero como hobby siempre va a estar ahí.


Lo dice con total seguridad y por la ilusión que le pone estamos seguros de que va a ser una gran médica y, por supuesto, una gran ‘runner’ cada vez que cambie la bata por su camiseta de deporte. Mucha suerte Carmen. Nos vemos en las pistas.


Por: Sonia Vidal

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